domingo, 29 de marzo de 2009

Domingo, 29 de marzo de 2009.

Buenos Aires


Ha pasado tanto tiempo desde la última carta. Tanto, que apenas puedo recordar cómo confeccionar una misiva.
Ya sé. Estarás riéndote del comentario -es como si te viera-pero es la verdad, mis dedos no recuerdan el cómo ni el porqué.
El intento lo haré igual; tanto vale el que sepas de mí como el mi alma se descubra ante tus ojos.
El tiempo pasó y sin embargo, es como si estuvieses aún aquí, como si tus latidos sonaran cerca.
¿Cuándo fue que decidiste irte? ¿qué te llevó a ese repentino exilio sin pedir permiso, sin avisar?
No importa. Lo importante es que sepas que crecí, que sigo aquí, que en mis manos guardo tu perfume y tu voz.
Volveré a escribir. Aún siento que puedo decirte tanto, como cuando te leía mis historias al dormir la siesta; como cuando te santiguabas de miedo ante mis letras.
Hasta luego abuela.
Te extraño desde ese 1988 que decidiste dormir eternamente , sin mis lecturas.

Liliana Varela

No hay comentarios: