Muestrario de palabras/Epístolas "El material editado en "Muestrario de Palabras" goza de todos los Derechos Reservados. La administración confía en la autoría del material que aquí se expone, no responsabilizándose de la veracidad de los mismos."
sábado, 17 de octubre de 2009
Por eso escribo
http://albertoviera 4.blogspot. com
Hoy tuve la necesidad
de decirte aquellas cosas
encerradas en la punta de mis labios
y que nunca salen justo
cuando intento que comprendas
porque todo ese horizonte que vemos tan perfecto
se nos nubla de inmediato
cuando alguno enciende el fuego
los disparos van directo
sin que ambos demos tregua
las sirenas gritan ¡bomba!
Y los niños van al suelo
¡justo al medio de la guerra se me olvida qué decir!
por eso escribo
pero incluso en esos dramas que parecen imperfectos
yo te miro en mi silencio
y todo se transforma, reventando las ventanas
torrentoso entra el viento revolviéndonos la cama
y el equipo de calor
programado en 25
no consigue que en nosotros
se nos marche de una el frio
¡por eso escribo!
para ver si una mañana pueda darte estas palabras
y al leer al fin entiendas
que las huellas de esos actos
son puñales que nos dañan
las heridas que no sanan, me facturan los gusanos
y en silencio ruega Cristo
que olvidemos la batalla
¡por eso escribo!
hojeando en nuestro libro
esa historia de nosotros
el sabor de tu perfume ofreciendo fantasías
pintando con mis uñas tu rostro en un Dalí
anclando tu sonrisa a la dama de Da Vinci
y en las luces de un Renoir
un te amo majestuoso
que dos niños revoltosos
pintaron por nosotros
¡por eso escribo!
y no importa si tú piensas lo contrario
locura suficiente en un mundo de dementes
que no acepta ya más locos
por eso escribo
creyendo en la importancia de contarte mi visión
del perfil de mis angustias que saben lo que siento
sin razón de convencerte
en mis uñas ya no quedan fisuras para engaños
escribo
intentando capturar aquellas cosas
homofóbicas palabras que no salen de mis labios
cuando alguno empieza el fuego
que de pronto y de una vez clausuremos las ventanas
y el equipo que en la esquina programamos 25
confundamos de pasión
derritiendo el termostato
para ver si una mañana pueda darte estas palabras
y al leer al fin entiendas
que las huellas nos hicieron cautelosos
¡las heridas también sanan!
y el puñado de gusanos devoraron la materia
por eso escribo
pacto interno, que no ves cuando no puedo
decirte cuanto quiero morirme entre tus brazos
al final del recorrido
¡de ti quiero las flores!
por eso escribo.
Luis Alberto Viera
viernes, 16 de octubre de 2009
Hola, amigos (A Liliana y Elisa)
Estimadísimo Charly:
Pavada de cantidad de orgasmos le quedan, a usted que no se cansa de hacer pata ancha, banda ancha o como se llame. Yo estaré del tomate pero soy feliz con mis ochocientos cuchilleros. Voy a esperar que se solucione el problema del gobierno con el campo y, siguiendo el sabio consejo de María, que me diera desde su reducto en Bled, voy a aconsejarles seguir la carrera de carniceros. Nada le pido a usted ni al manchego que soy capaz de salir adelante aunque esté bien atrás. Creo que tengo asegurado un bife de cuadril con ensalada de tomates y, además, ya tengo el ofrecimiento de dos niñeras de primera calidad (Ana Lucía y María)y hasta es posible que se anote para ayudar la Tana Rinaldi que es amiga de Elisa como la que cantó maravillosamente en la presentación de tu libro. No se haga problema, amigo, que las cosas se van a arreglar. Yo, a los que les tengo miedo, son a esos tipos A y B amigos de Liliana porque sus lenguas son peor que cuchillos y hasta cuando me defienden son peligrosos. Por suerte, hasta ahora no los vi, claro que, atareada/o como ando quizás se mandaron una biblia y yo no me enteré. Pero ya es tarde y necesito por lo menos dormir media hora. Usted cuídese que en estos tiempos que corren ya no hay seguridad para nadie. Diga que ahora, si alguien entrara a casa a robar (robaron el otro día en el piso de abajo y no es joda)los esperaría un batallón de ochocientos guapitos dispuestos a dar batalla.
Un beso en la nuca.
Jorge Luis Estrella
martes, 6 de octubre de 2009
Tierra de olvidos
Tierra de olvidos, 8 de Octubre de 2008.
Te escribo desde aquí, desde mi rincón de fantasía; aquel que construímos juntos pero hoy tiene cupo para un sólo habitante: yo.
Te extrañará que te escriba ¡qué tontería verdad! siempre pensaste que no era buena hablando, que era mejor actuando, pero por esas ironías de la vida, esa cualidad fue la que tornó fracaso lo nuestro.
Llueve afuera y tengo frío; tal vez sea la sensación de soledad en que se envuelve la pluma cuando traza tu nombre, o tal vez sea el vértigo de pensarte entero, único, y ajeno.
En mi mundo de Tierra de olvidos han germinado semillas, sí, esas, las que plantamos juntos con la idea de jamás olvidarnos uno del otro; salieron torcidas ¿sabes? ¿habrá sido el fertilizante o tal vez la mala tierra que no era tan franca como creímos?
¡qué importa! sólo sé que hace frío en el alma y el calor que desprende mi pecho se apaga cada vez más... tal vez el olvido esté surtiendo efecto y mañana ya no recuerde tu nombre, o al menos tus flores favoritas...
¡Espera! creo que ha dejado de llover...
Han asomado rayos tenues de sol que inundan el papel sobre el que escribo, y no logro identificar la letra con la que comienza tu apellido.,..
mejor será que prosiga mañana esta misiva ¡sí! tal vez mañana pueda llegar a olvidarme de la inicial de tu nombre...
Besos. Yo.
-----------
Liliana Varela
Te escribo desde aquí, desde mi rincón de fantasía; aquel que construímos juntos pero hoy tiene cupo para un sólo habitante: yo.
Te extrañará que te escriba ¡qué tontería verdad! siempre pensaste que no era buena hablando, que era mejor actuando, pero por esas ironías de la vida, esa cualidad fue la que tornó fracaso lo nuestro.
Llueve afuera y tengo frío; tal vez sea la sensación de soledad en que se envuelve la pluma cuando traza tu nombre, o tal vez sea el vértigo de pensarte entero, único, y ajeno.
En mi mundo de Tierra de olvidos han germinado semillas, sí, esas, las que plantamos juntos con la idea de jamás olvidarnos uno del otro; salieron torcidas ¿sabes? ¿habrá sido el fertilizante o tal vez la mala tierra que no era tan franca como creímos?
¡qué importa! sólo sé que hace frío en el alma y el calor que desprende mi pecho se apaga cada vez más... tal vez el olvido esté surtiendo efecto y mañana ya no recuerde tu nombre, o al menos tus flores favoritas...
¡Espera! creo que ha dejado de llover...
Han asomado rayos tenues de sol que inundan el papel sobre el que escribo, y no logro identificar la letra con la que comienza tu apellido.,..
mejor será que prosiga mañana esta misiva ¡sí! tal vez mañana pueda llegar a olvidarme de la inicial de tu nombre...
Besos. Yo.
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Liliana Varela
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