sábado, 2 de enero de 2010

SENOR CARTERO, LLEVALE ESTA

"Llueve afuera y tengo frío;
tal vez sea la sensación de soledad en que se envuelve la pluma cuando traza tu nombre,
o tal vez sea el vértigo de pensarte entero, único, y ajeno."

Liliana Varela.

Llueve, si, y es lavada mi congoja. Cada vez que me hablas dejas caer entre mis manos las ansias por tocar el cielo para dejar allí el paquete de semillas que quieren germinar, sin embargo, algo retorcido en mi no las deja crecer. Llueve y la Tierra en espasmos de parto se estremece quiere dar a luz nuevas vidas.

Llueve. El agua primordial guarda un archivo de cada semilla pero la energía de un Sol que las mime ha sido contenido. Se contorsiona el deseo, lengua de fuego dentro de ellas impulsa nuevas experiencias que determinen que es posible crecer. Tu soledad es la mía, juntándolas es posible ver un horizonte comiéndose voraz el mar, engullendo atardeceres rojos y noches de plata. Eres mio en esos cuartos de Luna, y la inicial de mi nombre no ha sido puesta en alfabeto conocido, no puedes nombrarme con tu voz, mi nombre es ardor, mi nombre esta puesto en la mente eterna del Tiempo, mi nombre es tu secreto y el mío. No me llames, siénteme, piénsame, víveme!

Si, ha dejado de llover y el vientre de la Tierra tiene espasmos. Los líquidos vitales escriben lo nuestro.

Oh Lluvia, agua que me lava para hacerme digna parte de ti... En tu cuerpo encarnan estas esquelas... léelas cuando la Noche te abrace, así entenderás cuanto te digo!




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Ana Lucia Montoya Rendon
Enero 2010