miércoles, 23 de abril de 2008

Epistolar 2




Mi bien amado:

Si bien no te has marchado
mi corazón de se derrite tras tus pasos

Has convencido a fuerza de besos
a mi alma de resistir cualquier tormenta
lograste revivir
los diez guerreros de mis manos
para retomar la batalla
que había perdido.

Haces que mis ideas vuelen
se hagan armonías a tu recuerdo.

Gracias
por tu presencia efímera en este encuentro
por las nuevas armas que dejaste en mi .

Hasta el retorno
siempre tuya soy.


Carolina González Velásquez

Los mineros



Quiero escribir algo importante, aunque no sé bien qué sea.
Pero quiero escribirlo antes de que la mediocridad termine de tejer su tela, antes de que caiga en ella.
Aunque quizás sea mejor.
Quizás sea hora de que los verdaderos poetas (como los llaman los críticos de literatura) tengan liberado el paso y nosotros, los que escribimos por escribir, nos escapemos por los ascensores que nos llevan a la terraza de la esperanza.
¿Quién sabe, si alguno de nosotros no regresará convertido en "verdadero poeta"? Quizás de tanto leer poemas desparramados por el subsuelo del inconsciente, enganchemos justo uno que nos queda y lo hacemos nuestro…
Quizás de tanto dinamitar las sombras, encontremos al fin ese cuento, ese cuento que nos inmortalice… creo que pertenecer a un grupo literario o los mismos blogs, son formas de buscar esa piedra preciosa que anhelamos todos. Mientras tanto, preparamos los candiles, los picos, las palas, las garras… Nos sumergimos en cuevas que sabemos, no tienen salida, pero de todas formas lo intentamos. Si uno solo de nosotros, integrantes de grupos o propietarios de blogs, consigue esa piedra de la que hablaba, nos daremos por realizados.
Que así sea.
Un abrazo a todos los MUESTRARIANOS.


Alicia María Abatilli