jueves, 23 de octubre de 2008

Así en la tierra como en el cielo

No anduve por ningún lado...
Bué, en fín...: por Montevideo.
Les confieso que he viajado
(me lo digo y no lo creo).

Con ganas de conocer
me fui para el finde largo
¿qué pasó? ¡vaya a saber!
yo de nada me hago cargo.

¡Alto ahí la algarabía
de chistes maledicentes!
que viajé en la compañía
de mi hija adolescente.

Con la niña crucé el charco
pa'l lado de los charrúas
¡ojalá tuviera el barco
un alambrado de púas!

Con decir que la pequeña
iba a hacer de carabina
y acabé como una dueña
cuidándola en cada esquina.

¡Añorada juventud,
hormonal adolescencia!
Cambio un cuerpo en plenitud
por décadas de experiencia.

Cristina Longinotti

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