La primera cita.

Sera fantástico; mañana sera real. Oiré tus palabras y me parecerá un sueño delicioso. No sabremos que decirnos; nuestra corta relación, no dará tema para muchos minutos. Es igual; saboreare cada una de tus expresiones, aunque sean confundidas y avergonzadas.
Bueno, yo tampoco daré mucho de si: ya sabes que soy muy tímido y me quedo trabado en cuanto me miran unos ojos hermosos. Si ves que se produce un largo silencio, ríe con esa deliciosa risa que posees; así me daré cuenta de que aun me escuchas. Bueno, pondré las monedas y veremos si levantas el auricular. ¡ La linea esta sobrecargada! dijo una voz con claro acento ecuatoriano.

EMILIO MEDINA MUÑOZ